¿A qué nos referimos con exclusión social? ¿Nacemos excluidos o cualquiera podemos encontrarnos en esta situación?
Cuando hablamos de exclusión social hablamos de la situación y el proceso por el que las personas quedan excluidas de los ámbitos político, económico, social y, por tanto, privadas de derechos fundamentales.
Es decir, se trata de una falta de acceso a oportunidades que da paso al aislamiento social y al no reconocimiento de la persona como sujeto político y social.
Aunque bien es cierto que muchas personas ya vienen de un contexto familiar deprimido (nivel de estudios bajo, desempleo, inestabilidad laboral, entre otros), y que estas situaciones no le permiten o le dificultan en exceso avanzar o mejorar sus oportunidades de encontrar un empleo, también encontramos otras personas que transitan por esta situación debido a motivos coyunturales (empleos precarios, pérdida de empleo, falta de redes, crisis económicas, violencia de género, salud mental). Es decir, el nacer en una familia acomodada o económicamente “pudiente”, no nos da garantías que, en algún momento, nos podamos encontrar en esta situación.
Asociadas a la exclusión social, percibimos una serie de etiquetas (delincuencia, falta de interés o esfuerzo, etc.) que, en la mayoría de los casos, no se corresponden con la realidad, dificultando una mirada que integre el potencial de estas personas.
Cuando en los programas de empleabilidad para personas en situación de exclusión o vulnerabilidad social acompañamos procesos formativos y de activación para el empleo nos encontramos con una realidad muy distinta a la dibujada por el imaginario común.
Encontramos a personas que han llegado a situaciones de precariedad e inestabilidad sin poder esquivarlo, personas desmotivadas tras llamar a puertas que nunca se abren. Personas heridas por la falta de recursos a su disposición y por el juicio constante de que no hacen suficiente para cambiar su situación.
Si a esto añadimos problemas de salud mental o adicción con el estigma y juicio que conlleva, no solo se cierran las puertas, sino también las ventanas y las personas se envuelven en un manto de aislamiento y soledad que es muy difícil franquear.
Por eso son tan importantes los programas de empleabilidad como recurso que acompaña al ritmo que necesitan, ejercitando la escucha activa, haciéndoles partícipes de su propia vida y tomando decisiones sobre su futuro sin juicio. En estos programas se pone a la persona en el centro, sobre el que se establecen el resto de intervenciones, convirtiéndolo en sujeto activo de su propia transformación.
El equipo de profesionales del programa trabajamos para crear vínculos de confianza desde la confidencialidad, ofreciéndoles un espacio terapéutico, una atención cercana, en donde se sientan escuchados en el aquí y ahora.
Cuando se desarrollan los itinerarios individualizados de inserción laboral, la persona construye una nueva realidad para sí misma, reformulando expectativas, adquisición de rutinas, establecimiento y formas de consecución de objetivos, desde un enfoque de acompañamiento integral.
Los itinerarios de inserción laboral incluyen formaciones grupales donde se entrenan habilidades sociales, adherencia y motivación que generan cohesión y sostén grupal y que fomentan la sensación de pertenencia a un grupo, mejorando la autoestima y la motivación.
Por ello, el objetivo último de estos programas es, más allá de la consecución de empleo, una mejora en la empleabilidad y la transformación de personas que al iniciar su itinerario carecen de expectativas, motivación y se encuentran frustradas y enfadadas por su situación vital, acabando su itinerario creyendo en sí mismas y subiendo escalones para alcanzar su objetivo laboral y personal.
Programa Elabora CEA Cartagena. elabora@lahuertecica.com. Tlf.632 406045.
Programa Elabora Comunidad Terapéutica y Centro de Día. elaboractcd@lahuertecica.com.Tlf. 968524656.
Programa Elabora CEA Murcia. elaboraceamurcia@lahuertecica.Tlf. 968 297600.